Betis 1-2 Barcelona. El Barça quiere la Liga

 Tras un partido de muchísima intensidad en el Benito Villamarín, el líder de la Liga consiguió llevarse el triunfo a casa y aumenta así bagaje en el estadio verdiblanco, donde los locales no ganan al Barcelona desde hace 15 años. Ambos equipos llegaban al partido con muchas ganas, por una parte, el Barcelona buscando un triunfo que le afianzase en la primera plaza y le pusiese con 50 puntos tras la primera vuelta, por otra parte, los de Pellegrini buscando un triunfo que les pusiese en puestos de Champions, a 34 puntos empatados con el Atleti. Un partido en el que los blaugranas fueron mejores pero que estuvo marcado por la polémica arbitral y en el que el Betis se quejó del doble rasero de De Burgos Bengoetxea.

Empezaba la primera mitad y ambos equipos querían su gol, vimos un constante ida y vuelta que en el que lo único que les falto a ambos equipos fue meterla. Ya en el minuto dos, avisó Raphinha con un desmarque y un tiro muy escorado que taponó Rui Silva con solvencia minutos después lo intentaría también Luiz Henrique con otro tiro escorado que desvió la defensa azulgrana. Así siguieron pasando los minutos, con un tira y afloja en el que Pedri contó con la más clara de la primera parte (18’) que tras un fantástico pase de De Jong y un lío de los defensores béticos, se quedó sólo ante un Rui Silva que se estiró como un gato para quitarle el balón de los pies al canario. La más clara para los locales llegaría de los pies de Canales en el 32’ que tras un gran centro de Ruibal, le quedaba el balón franco para rematar pero el tiro chocaría contra la defensa blaugrana. En la siguiente jugada, el linier anulaba el gol de Raphinha por fuera de juego tras un centro lateral que remató de cabeza a bocajarro. Y se nos fueron pasando rápidamente los minutos, con un juego muy entretenido en el que la ausencia de goles no quitó que disfrutásemos de un muy buen fútbol.

La segunda parte comenzó igual, con ambos equipos proponiendo, pero los culés con más acierto, en el 48’ Rui Silva una vez más le paró un potente tiro a Pedri que había recibido sólo en el área tras un gran pase de Baldé. Otra jugada que protagonizaron el mejor de cada equipo hasta el momento, Rui Silva que ya llevaba unas cuantas buenas paradas y Pedri que estaba siendo el mejor del ataque blaugrana. En el 64’ llegaría la jugada más polémica del partido, tras una falta no pitada a Aitor, el árbitro pitó una falta de este sobre Gavi. Falta en la que Guardado devuelve el balón demasiado rápido y De Jong aprovecha la distracción de la defensa bética, que estaba protestando la falta, para sacar rápido y varios metros a la izquierda de donde se produce la misma y hacer un pase para Baldé, que se va por la banda y pone un centro al segundo palo para que Raphinha remate a placer. En las protestas, De Burgos le sacó tarjeta a Aitor. Llama la atención lo rigurosos que llegan a ser los árbitros para algunas jugadas, véase en los minutos finales, en un saque de banda, el árbitro no permitió sacarlo ya que el jugador bético se había desplazado escasos dos metros. En el 80’ llegó el segundo mazazo para los de Pellegrini, en un córner que prolonga Araujo para dejarle el balón a un Lewandowski sólo, que remata al lateral para marcar un gol en el que nada pudo hacer el portero verdiblanco. Se las prometía muy felices el equipo de la ciudad condal en los últimos minutos cuando en el 85’ llegó el gol bético, tras un centro de Sabaly, Koundé hacía un mal control con el pecho que enviaba el balón dentro de la portería de Ter Stegen. El beticismo creía en la remontada sin embargo el segundo gol no llegó, ni en los cinco minutos restantes ni en los escasos 4 minutos que el colegiado decidió añadir tras tres goles y 5 ventanas de fichajes, decisión muy protestada, y con razón, por los locales. Finalmente, tras acabar el partido, De Burgos Bengoetxea le sacó una tarjeta roja a William Carvalho tras este decirle "¡Una vergüenza, una vergüenza! ¡Malísimo!", una vez más, llama la atención del doble rasero del colegiado vasco, del que todos recordamos la airada protesta de Luis Suárez en la Supercopa de 2017 en la que no sacó ni amarilla. 

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