La historia de ONosoDerbi

El derbi gallego es uno de los enfrentamientos más importantes y calientes de toda España. O Noso Derbi mueve miles de aficionados cada vez que estos dos equipos se enfrentan. Divide a Galicia y, prácticamente, al resto de España. Es conocido mundialmente como un partido de alto riesgo y como uno de los encuentros con más 'mística' del fútbol español.


La rivalidad entre Deportivo de La Coruña y Celta de Vigo comenzó en 1923, cuando el Real Vigo Sporting Club y el Real Club Fortuna de Vigo se unieron para fundar lo que hoy en día conocemos como el Real Club Celta de Vigo. Tres de sus jugadores: José Chiarroni, Ramón González y el medallista olímpico, Luis Otero, no estaban de acuerdo con esta fusión y abandonaron el club vigués para irse a Riazor. Esto despertó el malestar en el Celta, que decidió denunciar al conjunto coruñés ante la Federación Gallega de Fútbol debido a unos presuntos sobornos a estos jugadores. La federación castigó a estos jugadores, inhabilitándolos hasta mayo de 1924 y al Deportivo, no permitiendo su participación en el campeonato gallego. Finalmente, el conjunto coruñés apeló a la Real Federación Española de Fútbol, que les permitió participar en el campeonato, no a los jugadores. A partir de aquí, todo cambia. Comienza una rivalidad histórica que se extiende hasta el presente.

Las disputas entre vigueses y coruñeses se extienden más allá de términos deportivos. Existe una rivalidad entre ambas ciudades para intentar demostrar cuál es la ciudad más importante de Galicia. Por esto, los habitantes de cada territorio siempre han intentado estar por encima del otro. Los habitantes de la ciudad coruñesa denominan "portugueses" a los vigueses, debido a su proximidad con el país vecino. En cambio, la población de Vigo denomina "turcos" a los del norte. Existen muchas teorías por la imposición de este mote, pero la más extendida y acertada es la siguiente; el Deportivo viajaba a Vigo en un autobús de la marca TourCoruña para disputar los derbis. Con el paso del tiempo y el desgaste de las letras, la terminación "uña" era prácticamente invisible, por lo que solo se podía apreciar "TourCo", de donde proviene, previsiblemente, este calificativo. A pesar de parecer ofensivo, ambos presumen de los gentilicios asignados, así lo demuestran en sus estadios con banderas de los países.


La admiración y el amor que una y otra afición sienten hacia sus clubes no se puede explicar con palabras. Es un sentimiento de pertenencia por el club de su ciudad, sentir unos colores y estar con el equipo, bien sea en primera, en segunda o en tercera división. Así lo hemos intentado explicar nosotros, pero quién mejor que sus propios aficionados para hacerlo:

Javier Barreiro Morás e imágenes del canal de YouTube: Rodrigo Faez

No todo es odio en este derbi. Si hay algo que une a ambas aficiones es Galicia, su tierra. Está muy arraigado el sentimiento gallego, defender lo que es suyo: sus tradiciones, costumbres, lenguaje... Esta unión se produce los instantes previos a los partidos entre los dos equipos. Minutos antes de que comience el encuentro, todos cantan al unísono el himno gallego. Eduardo Pondal, poeta gallego, lo define así: "El motivo central del himno es que Galicia despierte de su sueño y emprenda el camino hacia la libertad, escuchando, para ello, la voz de los rumorosos pinos, que simbolizan al pueblo gallego". Ambas aficiones unen su voz y sentimiento demostrando que Galicia está por encima de todo, incluso por encima del Celta y del Deportivo.

Imágenes del canal de YouTube: Breogán Fuentes
Este himno ha llegado a sonar en el Santiago Bernabéu. El motivo fue el hundimiento del buque petrolero Prestige (2002) frente a la Costa da Morte cargado con 77.000 toneladas de fuel pesado. Causó graves consecuencias medioambientales desde el norte de Portugal hasta las Landas de Francia y, especialmente, en la costa gallega. Esto unió a Celta y Deportivo para disputar un partido benéfico en el Santiago Bernabéu frente al Real Madrid. El combinado gallego, dirigido por Irureta y Lotina, entrenadores de los dos equipos del norte, tenía en plantilla a jugadores como Gustavo López, Scaloni, Berizzo, Manuel Pablo, Tristán, Mostovoi... El partido se disputó bajo el lema 'Xuntos con Galicia' y todos los fondos recaudados fueron destinados a las víctimas de la catástrofe. Fue la primera vez, y probablemente la última, que se pudo ver en la misma camiseta los escudos de Celta y Deportivo.
Los más de 170 encuentros disputados entre Celta y Deportivo han dejado muchas anécdotas. La primera data de 1931; el Depor se impuso por 5-0 al Celta y Cupóns, un jugador celeste, descargó su rabia propinándole un tortazo al árbitro, contestando este con un puñetazo, tal y como cuenta la crónica de La Voz de Galicia. Dos años más tarde la afición celtista invadió el terreno de juego golpeando al árbitro y a jugadores blanquiazules. Casi 40 años después, en 1970, ambos equipos se jugaban el descenso a segunda división en Riazor. Los jugadores del Celta decidieron enterrar ajos en el estadio y, casualidad o no, consiguieron la victoria, salvarse y enviar a su eterno rival a segunda.

Más recientemente, en 1999, los dos luchaban en la parte alta de la clasificación. En un encuentro tenso, Mauro Silva y Djalminha decidieron gritar en varias ocasiones "¡viva Chechenia!" para provocar a Karpin y a Mostovoi, jugadores rusos. Mostovoi recibió una colleja por parte de Mauro Silva y decidió contestar con un escupitajo.
Otra de las anécdotas más llamativas, quizá por su proximidad temporal y el jugador que la protagoniza, es el gesto de Hugo Mallo riéndose y encarándose con los aficionados del Deportivo. 







Esto ocurrió en 2013, cuando el jugador celeste ya acumulaba cuatro temporadas como miembro del primer equipo. Tras una lesión, el lateral tuvo que ver el partido desde la grada, y decidió hacerlo en la zona visitante con los aficionados celtarras. Viajó en uno de los autobuses preparado para los aficionados y más tarde, ya en el campo, protagonizó la escena de la imagen, donde tuvo que ser regañado por los policías presentes en Riazor. Horas más tarde el futbolista pidió disculpas y dijo haberse arrepentido de los hechos.







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