Racing 2-1 Leganés. Íñigo Vicente enamora a El Sardinero

 Exhibición del mediapunta vasco en un entretenido duelo entre el Racing, que sale del descenso y aprieta la parte baja de la clasificación y el Leganés, segundo mejor equipo de la categoría en los últimos quince partidos.


Lunes por la noche. Estadio prácticamente vacío. El Racing, sin Jorge Pombo por acumulación de tarjetas amarillas. Ante el gris escenario que se le presentaba a los aficionados que ocupaban algo menos de la mitad de los asientos del feudo santanderino, Íñigo Vicente se encargó de hacer olvidar al aragonés con una asistencia y un sinfín de recursos técnicos. Y eso que empezó mejor el Lega, llegando a través de José Arnáiz a zonas de peligro, aunque sin culminar en grandes ocasiones.

Con el paso de los minutos, los locales crecieron gracias a su efectiva presión alta, que generó varias pérdidas peligrosas de los pepineros. Partido abierto que se trasladaba de un campo a otro gracias a las imprecisiones de unos y otros pero sin acercamientos claros para ninguno de los dos.

Y fue el Racing quien rompió la igualada en el 27 gracias a una pelota parada que colgó al área desde la esquina Vicente y prolongó Germán hacia Baturina, que fusiló a placer para estrenarse como futbolista verdiblanco en su segunda participación desde que llegara en el mercado invernal procedente de la liga eslovena. 

Pudo ampliar su ventaja el Racing, que dominó el último cuarto de hora de la primera mitad. Sin embargo, la gran ocasión llegó del lado pepinero. Una pérdida de Sainz-Maza en el centro del campo y un gran servicio de Arnáiz dejó solo ante Parera a Juan Muñoz, que no pudo superar al arquero manacorí. 

A la vuelta de vestuarios, los cántabros ampliaron su ventaja a los dos minutos. Mboula remató a la red un gran servicio de Vicente, que continuaba con su exhibición particular. Sin embargo, cuando parecía que el Racing lo tenía todo controlado, José Arnáiz le puso picante al duelo al aprovechar un barullo en el área y un gran pase filtrado de Jorge Miramón para acortar distancias.

Si bien la alegría duró poco para los blanquiazules. Solo cuatro minutos después de marcar, en el 72, el recién incorporado Neyou vio la cartulina roja por propinar un cabezazo a Íñigo Vicente. Cuando mejor estaba el Leganés y la remontada parecía posible, se quedaba con diez. 

A partir de ahí el Racing cerró filas y buscó sentenciar a la contra, pero el Leganés resistió e incluso pudo empatar. Sin embargo, el marcador no se movió.

Así las cosas, el Racing mete a Andorra, Zaragoza, Mirandés o Sporting en la batalla por el descenso, mientras que el Leganés se queda a siete de la promoción. Golpe de autoridad cántabro de la mano de un Íñigo Vicente que aprovechó la previa de San Valentín para enamorar (un poco más) a su afición.

@pedrodiaz_14

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