Ojo al Celta

El Celta ha vuelto a demostrar en Montjuic ser capaz de lo mejor y de lo peor. Cada temporada se está convirtiendo prácticamente en una repetición de la anterior. Antes del inicio de esta se repite nacionalmente “ojo al Celta”, bien por los fichajes, por un nuevo entrenador o por la ilusión del centenario. Una vez disputadas las primeras jornadas se repite ese “ojo al Celta”, esta vez por un inicio poco convincente y el miedo al descenso a segunda división. Cuando el equipo empieza a encontrar resultados, suelen llegar un par de meses excepcionales, en los que los celestes enamoran a Balaídos y a todo el panorama futbolístico nacional; ahí se vuelve a oír de nuevo ese “ojo al Celta” por su proximidad a puestos europeos. Y el último “ojo al Celta” llega cuando, sin saber exactamente porqué, el equipo no funciona y comienza a encadenar derrotas hasta acercarse, de nuevo, a los puestos de descenso.

En Vigo se desconoce si es un problema de motivación, de falta de confianza o de otro factor similar, lo que está claro es que esté quien esté en el banquillo o en el terreno de juego, esta tendencia continúa.



Comentarios